viernes, 15 de junio de 2007

Un dia de colegio

Recuerdo mucho esos dias de colegial, con mi uniforme plomo, mi insignia de plastico con emperdible, siempre salia de casa y para ahorrarme el pasaje, iba por la casa de mi amigo Anton, llegaba a su casa, tocaba la puerta, y su mama siempre atenta, me refrescaba con ese refresco de sobre, que en esos dias era un manjar, una bebida de los dioses, estaba tan de moda el famoso tang, antes que este jugo migrara a combinar el ron, me deleitaba con esa bebida, y junto con mi pata, saliamos de su casa e ibamos donde otro amigo mas, el chinito Kanashiro, quien nos esperaba ya listo en la puerta y asi conversando y jugando llegabamos al colegio, al templo del saber, lugar donde vivi 11 años de mi vida, y viviendo esta caminata fueron casi cinco años.

Habia dias en que nos iba tan bien, tanto en los cachuelitos mios, de mensajero, repartiendo mis sobrecitos, y mi amigo Anton ayudando en el negocio de su familia, mi amigo el chinito, si pelando billete a su viejo en su bodega, ya tu sabes pues, el clasico chino del esquina, antes habia en esos años un tio, un señor, que se ubicaba en una esquina de la av. Pizarro con Presa, alli se ponia un flaco con una barbita toda trinchuda, pero llegaba a eso de las 11 y media de la mañana y colocaba su carretita color naranja, sacaba sus limones, y demas menjunjes y preparaba un cebiche de conchas negras que esos momentos para nosotros estaba buenazo, y nos volvimos clientes fijos y poco apoco se iba llenando de colegiales, muchos colegiales, y claro, no falbatan los vivos, esos que piden, comen y se van sin pagar, simplemente se llevaban todo el cebiche con todo el vaso y cucharita, miserables, el tio trabajaba horadamente pero no faltaban estos bandidos, a raiz de eso el tio trajo a su señora, una gordita que se dedicaba a cobrar y estaba mosca con todos, las conchitas negras eran espectaculares, muy ricas, lastima que un buen dia, este ser que adornaba la esquina de Pizarro con Presa, un dia desaparecio, y por mas que siempre pasaba por alli nunca mas aparecio, como era de esperarse aparecio la competencia, pero el sabor de ese cebiche se quedo en mis glandulas gustativas para siempre.

Ya en la tarde, a la salida habia esa curiosidad de ver las peliculas pornos, en esos años, en el Jr. Torrico, estaba el Cine Alfa, algunos lo deben de recordar, alli fue mis pininos, alli aprendi a la mala y por los amigos de como era eso, en unas bancas largas y donde se pagaba unas moneditas para ingresar, donde no tenias que tener mas de 18 años, alli donde no necesitabas la Libreta Electoral, alli vi a Seka la erotica, colegialas calientes, bragas calientes, y en fin tantas peliculas, que despertaban nuestro libido, y terminada la funcion, saliamos a enfriarnos, pero no se podia tampoco, porque por alli estaban las chicas del Monserrat, y se formaba un circulo de exploracion continua, pero estas chicas definitivamente eran quedadas para nosotros, al menos mis patas querian algo mas que conversacion y eso las alejaba de estas chucas como se diria zanahorias, y es asi que seguimos emigrando y llegamos hasta la plaza 2 de mayo, y seguimos por Alfonso Ugarte, este territorio era ya de otros colegios, entonces habia que mezclarse con ellos y definitivamente la insignia tenia que desaparecer, sin este elemento, avanzabamos por esta avenida, y era lo que se buscaba, chicas mas atrevidas, chicas aventadas, chicas que te jodian y que hasta te arrochaban, las broncas entre ellas era cotidiano, los de Guadalupe, reclamaban la propiedad de las chicas del Rosa y esto mortificaba a los de Melgar, al margen que las chicas armaban tremendas broncas entre ellas y alli era donde entrabamos a tallar nosotros los forasteros, habia que ver esas peleas de chicas, alli en la calle Baquero, o en la calle Zepita, alli ellas eran las que ponian los golpes, nosotros estabamos ali viendo aquel espectaculo, ellas jalandose de los pelos mientras que sus piernas pateaban, hasta que caian y nos dejaban ver sus calzoncitos de colores, blancos, con gatitos, con bordecitos, en fin pero ellas seguian en ese afan de golpearse, hasta que finalmente una quedaba y era la que se quedaba sola, nosotros como buenos samaritanos, acudiamos en su ayuda aunque a veces esta era rechazada, muchas veces eramos bien acogidos, y asi estas malas boxeadoras, nos llevaron a ingresar a ese mundito, donde habia una cochera en una calle de Breña, cerca al Rosa, alli habia unos tonazos de la gran flauta, con musica de Twister Sister, Asia, Iron Maiden, eran los tonos de aquellos años, ella Sonia, nos llevo alli, en donde tomamos harta guinda, y el tradicional Tang, el ron Pomalca, alli conoci a Gretel, una chibola de 14 años, flaquita, quizas la menos afanada, pero que estaba alli, y yo el menos privilegiado, ya que no cuento con una fachada de adonis, pero en fin alli la conoci, nos conocimos, bailamos y tomamos, yo criado a la usanza antigua la compañe a su casa esa primera vez, pero claro ella ni siquiera me dejo llegar a su puerta ya que del paradero triangulo, me dijo hasta aqui no mas, a pesar de mi insistencia, ella no me dejo acompañarla, pero en fin el contacto estaba hecho y era cuestion de volver a la cochera.
llego otro dia de esos de campaña, que eran los viernes, y nos fuimos directo al tono, y alli la vi, Gretel, estaba con su pelo cortito, su uniforme con los tirantes caidos y hablando con otro colegial, al ver eso como que me dio muchos celos, pero en fin, espere y espere hasta que se quedo solita, y alli me acerque, nos saludamos, conversamos y bailamos, alli baile mi primera cancion lenta, con Gretel, ella estaba alli con su babeza pegada a mi hombro, ese momento lo disfrute muchisimo, la tenia entre mis manos, senti por encima de su blusa su pequeño brassier, definitivamente no queria que acabe este baile, ese dia, nos fuimos otra vez hasta el paradero y con el olor a trago barato nos dimos al menos para mi fue mi primer beso, senti por primera vez sus labios, aunque con tufo pero no importa, fue un beso hermoso ............

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